Durante esta Cuaresma, nos hemos visto sorprendidos por esta pandemia del COVID-19 que de manera imprevisible, está cambiando nuestras vidas; no entiende de fronteras, personas, creencias religiosas, gobiernos, ni de color de piel.
La mayoría estamos en nuestros hogares, siguiendo los consejos de las autoridades sanitarias y políticas, viendo con asombro e impotencia la gran cantidad de personas fallecidas que cada día traspasan el umbral de la muerte totalmente solos y sin poder despedirse de sus familiares.
Nuestros Colegios y Universidades están totalmente cerradas y sin actividad, junto con nuestras Congregaciones Religiosas….
¿que podemos hacer?
Como antiguos alumnos de la educación católica, creemos en la fuerza de la Oración y nos unimos al Santo Padre Francisco para pedir al Señor y a la Virgen María, que la Pascua de Resurrección llegue pronto en nuestros corazones.